El juego más viejo que la cultura; pues, por mucho que estrechemos el concepto de ésta, presupone siempre una sociedd humana, y los animales no has esperado a que el hombre les enseñara a jugar. Con oda Seguridad podemos decir ue la civilización humana no ha añadido ninguna característica essencial al concepto del juego. Los animales juegan, lo mismo que los Hombres. Todos los rasgos fundamentaes del juego se hallan presentes en el de los animales. Basta con ver jugar a unos perritos para percibir todos esos rasgos. Parecen invitar-se mutuamente con una especie de actitudes y gestos cerimoniosos. Cumplen con la regla de que no hay que morder la oreja al compañero. Aparentan como si estuvieran terriblement enfadados. Y, lo más importante, parecen gozar muchísimo con todo esto. Pues bien, este juego retozón de los perritos constituye una de las formes más simples del juego entre animales. Existen grados más altos y más desarrollados: auténticas competiciones y belles demostracions ante espectadores.

Huizinga, J. (2016). Homo ludens. Madrid: Alianza Editorial.


HUIZINGA
"HOMO LUDENS"