Palos unidos con cuerdas de coco que solo una minoría de una élite de navegación conocían. Salió a la luz en 1896 cuando el capitán de un barco alemán describió su función pero ya se había utilizado durante décadas. Estas figuras eran memorizadas antes de embarcar y se consideran de extrema exactitud.

La información que daban era sobre zonas de oleaje, con las islas representadas mediante conchas atadas en el lugar correspondiente. Mediante hilos señalaban la dirección de las ondas oceánicas al aproximarse a las islas, así como el flujo y reflujo de las rompientes.

Foto: Berkeley Art Museum and Pacific Film Archive.
ILLA MARSHALL
CARTOGRAFIAS DE OLEAJE